por Administrador / viernes 26 de octubre del 2018
No te confíes, tu currículum no lo es todo y hacer una buena entrevista puede marcar la diferencia a la hora de conseguir un trabajo
Llevas meses buscando empleo. Has pasado horas y horas consultando ofertas online. Has enviado y actualizado tu currículum tantas veces que hace tiempo que has perdido la cuenta... Y por fin has recibido la llamada. Sí, esa llamada que todos estamos deseando recibir y a la que al mismo tiempo le tenemos tanto miedo. Por fin te han llamado para una entrevista de trabajo. Es el momento de estar eufórico ¿no?.
Pasada la euforia inicial la cosa cambia. No lo puedes evitar pero las dudas vuelven y te hacen darle tantas vueltas a tus pensamientos que al final no sabes en qué momento entraste en ese bucle. ¿Qué van a preguntarme? Seguro que me descartan en seguida. ¿Qué voy a contestar si me preguntan esto? ¿Puedo hablar del sueldo? Para, estás gastando tu tiempo en algo que no te beneficia en absoluto cuando podrías estar preparándote para esa entrevista de trabajo tan importante. Dejarlo todo al azar no es una opción si de verdad quieres ese empleo.
Puede que este vaya a ser tu primer trabajo y no hayas hecho ninguna entrevista antes. O puede que lleves tanto tiempo sin empleo que no recuerdes bien cómo te preparabas para el proceso. Por estos motivos hemos decidido elaborar una lista de consejos que os ayude a estar preparados.
Si, ya has enviado tu currículum a la empresa y por eso te han llamado para la entrevista, pero eso no significa que no tengas que seguir trabajando este aspecto. Tómate un tiempo para identificar las cualidades y aptitudes que posees que puedan beneficiar a la empresa. Expresar claramente qué puedes aportar como trabajador es algo que causa buena impresión.
Sobre la empresa, claro. La conoces y te interesa, si no, no habrías presentado tu candidatura, sin embargo aún te quedan cosas por conocer. Infórmate sobre sus objetivos, sus departamentos y, sobre todo, sobre el área en el que quieres trabajar. Mostrar este tipo de interés puede beneficiarte mucho.
Puede que seas una de esas personas que a la hora del cara a cara son más retraídas, pero en este caso no puede haber espacio para la timidez. No hace falta que hables mucho, pero sí que lo hagas claro. Puedes practicar frente al espejo algunas preguntas siempre mirando a tu entrevistador.
Si, necesitas trabajar en esto antes de que llegue el momento. Precisamente porque sabemos que las entrevistas están hechas para ponernos a prueba no caigas en un error como este. Responder a preguntas a la defensiva o usar expresiones muy tajantes puede jugar en tu contra.
Ya lo has enviado (por eso te han llamado para la entrevista) pero llevar varias copias en ese momento puede servirte de apoyo a la hora de hablar con el entrevistador o resaltar alguna cualidad.
Sabemos que tus aptitudes y tu formación son más importantes, pero la primera impresión puede hacer mucho por ti. Tener un aspecto aseado y vestir de forma más formal hará que des una imagen más profesional.
Intenta jugar con algo de ventaja. Consulta en internet cuáles son las preguntas más habituales en las entrevistas y practica tus respuestas en casa. Hacer esto evitará que te traicionen los nervios cuando llegue el momento y haya posibilidades de que aparezca alguna pregunta incómoda.
Este es el último paso antes de tu entrevista y uno de los más importantes. La mala impresión que da la impuntualidad no tiene solución así que procura llegar 5 minutos antes de la hora a la que te han citado.
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