por Administrador / viernes 19 de julio del 2024
Autor: Javier Jiménez García de Alba, rector de Universidad Ítaca.
Lo que sabe toda mujer que triunfa, Janice Reals Ellig, William J. Morin, Edit. Norma.
Para las mujeres que deciden convertirse en mujeres ejecutivas, los autores de “Lo que sabe toda mujer que triunfa” comentan los siguientes tres puntos. (Puntos que considero podrían ser igualmente válidos para hombres ejecutivos):
Primer punto: deseo estirado
“Comience por visualizar su futuro soñado —un deseo alcanzable—, pero “un deseo estirado”.
¿Qué entienden los autores por “deseo estirado”? Entienden por “deseo estirado” el hecho de que una mujer decida estirar sus ambiciones profesionales más allá de la posición que ocupa. Decida presentarse para realizar entrevistas en relación con otros puestos que impliquen mayor grado de dificultad y mayor poder; ya sea dentro de su propia empresa o en otras empresas que considere le ofrecen mayor proyección profesional como ejecutiva.
Ahora bien, para convertir el “deseo estirado” en realidad, los autores le sugieren a la mujer ejecutiva lo siguiente:
Segundo punto: poder
Defina el tipo de poder que desea alcanzar.
Porque si usted se convierte en mujer ejecutiva tendrá que manejar el poder.
Carly Fiorina, presidenta y directora de Hewlett-Packard, definía el poder como “la posibilidad de cambiar cosas”.
Gail McGovern, presidenta de Fidelity Investments, definía el poder como sinónimo de “influencia”.
Gail Bblanke, presidenta de Lifedesigns, dice que es esencial contestar la pregunta fundamental: “¿Qué es lo que realmente busco y para hacer qué?”
Ahora bien, respondiéndose a estas preguntas la mujer ejecutiva irá definiendo su “para qué”, e irá visualizando lo que tendrá que hacer para lograrlo.
Tercer punto: unicidad
Integre ese “para qué” de su papel como mujer ejecutiva, con sus otras tres áreas de su vida, a saber: mujer en la familia, mujer en la comunidad, mujer en la recreación.
Para ayudarse a objetivar la decisión, los autores sugieren recordar dichos como: “Nadie a la hora de la muerte se arrepintió de no haber pasado más tiempo en la oficina”. “El trabajo es una parte importante de la vida, pero asegúrese de que solo sea eso”. “La organización sobrevivirá, aunque pensemos que somos indispensables”.
Con estas u otras ideas habrá que integrar la vida del trabajo —como mujer ejecutiva— con la vida de la familia, de la comunidad y de la recreación.
Si tiene varias agendas, ¡rómpalas!, dicen estos autores. ¡Haga una sola! Usted, como mujer, es una sola; es la misma en el trabajo, en su familia, en la comunidad o en su recreación. Usted es la misma en cualquier lado, aunque con diferentes roles en cada campo. No se deje atrapar en alguno de los cuatro roles, porque tendrá automáticamente una visión parcial de su propia vida, de lo que usted es. Perderá contacto con usted misma y por consecuencia ya no podrá dar a los demás lo mejor de usted. Se volverá parcial, y a la larga se sentirá vacía.
Los autores le plantean a la mujer 3 puntos: “un deseo estirado”, una definición propia de “poder” y una unicidad en su personalidad para lograr un verdadero desarrollo como mujer ejecutiva. ¿Te interesa el reto?
Lograrlo es tu decisión.
“Tú eliges tu destino,
Universidad Ítaca
te guía en el camino”