El secreto de las personas que triunfan

por Administrador / lunes 29 de enero del 2024

El secreto de las personas que triunfan

Autor: Javier Jiménez García de Alba, rector de Universidad Ítaca.



Un hecho.

A Paloma, hermana de un compañero de escuela, y que era tres o cuatro años menor que yo, siempre la veía alegre y sonriente cuando iba a su casa a jugar o a hacer las tareas.

Crecimos y dejé de verla. Tuve que salir de la ciudad a estudiar.

Cuando tenía ella como veinticinco años volví a saber noticias suyas. Esta vez penosas. Limpiando una ventana en un segundo piso, cayó al patio de su casa y quedó paralítica de la cintura para abajo.

Fui a visitarla y la encontré postrada en una cama, pero con su alegría y sonrisa de siempre. Nos dio mucho gusto vernos. Y, después de los saludos, me comentó que el día anterior se había quemado los pies con un calentador. ¿Qué paso? le pregunté. Lo que pasó, simplemente —me contestó—, fue que no sentí que me estaba quemando hasta que percibí el olor. No siento nada en los pies.

Con todo, mi amiga Paloma nunca se dio por vencida. Aunque ella era de provincia y no contaba con apoyos económicos, se las arregló y se fue a vivir a la Ciudad de México para recibir un tratamiento en el Hospital General.

Pasó el tiempo y nos volvimos a ver años después en el velorio de su mamá.

Caminaba con muletas, se había casado, vendía calentadores solares y manejaba un automóvil.

Créanme, es cierto.

El Dr. Horacio Jaramillo Loya en uno de sus libros se pregunta: «¿Qué no tienen los que triunfan y que a los demás nos sobra?».

Lo que no tienen los que triunfan y que a los demás nos sobra son excusas.

Excusas y más excusas son las excelentes razones que todos encontramos para explicar el “por qué no” hemos podido lograr tal meta o cumplir con determinado compromiso.

Veamos lo que el Dr. Horacio Jaramillo nos dice en su libro “Los Consejos del Búho”, Editorial. Diana., pág. 66:

«Si no existieran las excusas, no habría obstáculos a la realización. Si no replanteáramos el propósito, la energía avanzaría a su objetivo, como la flecha a su blanco. Pero una vez decididos a cambiar, nos ponemos excusas mentales, emocionales, físicas… estoy cansado, mejor mañana; esto no es para mí, creo que me aceleré; no es para tanto, mañana será otro día; lo haría, pero mis hijos están fuera; esto es una emergencia, no había contado con ese telefonazo; no importa tanto, tenemos tiempo… y mil frases populares que dan al traste con los propósitos y con las metas y, por consiguiente, hacen del cambio personal una mera ficción, una quimera y una ridícula utopía».

Mi amiga Paloma hubiera muerto atada a su cama si su cambio personal se hubiera convertido en una mera ficción, una quimera y una ridícula utopía.

El éxito no se nos regala ¡se arrebata! Y tú puedes arrebatarlo.

Lograrlo es tu decisión.

“Tú eliges tu destino, Universidad Ítaca te guía en el camino”