por Administrador / viernes 12 de julio del 2024
Autor: Javier Jiménez García de Alba, rector de Universidad Ítaca.
La palabra Coach.
Los expertos nos dicen que la palabra Coach nació en Francia y significa “vehículo para transportar personas de un sitio a otro”.
Si tomamos el significado original francés y lo aplicamos a la dinámica organizacional, podríamos decir que el título de Coach –vehículo- debería ser para la persona que tuviera como responsabilidad principal transportar a uno o varios colaboradores de un nivel determinado de resultados a otro superior.
Veamos cómo entiende “transportar personas”:
Un “jefe chapado a la antigua”, con toda seguridad entenderá la expresión “transportar personas” como arrastrar personas si fuere necesario, con tal de lograr los resultados requeridos.
Este jefe tiene el supuesto de que simple y sencillamente lo que a él le pidieron fueron únicamente resultados. (A como diera lugar).
⟶ En este caso nos encontraremos con alta rotación de personal, poca cooperación y aun huelgas. Y sus resultados finalmente serán pobres.
Este líder entenderá la expresión “transportar personas” como jalar a las personas, utilizando los medios que él juzgue necesarios, para lograr un objetivo que él previamente hubiere señalado.
Este líder tiene el supuesto de que él es el único que sí sabe qué se debe lograr y cómo.
⟶ En este caso, nos encontraremos con un grupo de colaboradores que se sienten utilizados y siempre presionados. En donde “todo urge” menos el darse tiempo para dialogar y cooperar con aportaciones de parte de los integrantes del grupo.
Cuando el líder deja al grupo, la gente no sabe pensar por sí misma; los resultados no se mantienen y mucho menos se acrecientan.
Un Administrador “eficiente”, entenderá la expresión “transportar personas” como programar a las personas —como robots— para lograr, al menor costo, la meta planeada. (Dos principios: lograr máquinas eficaces al menor costo).
Y algo muy importante y fundamental para él: Tiene únicamente puesta la vista en lo “predeterminado-aprobado”, —en lo planeado— y no en la realidad de las personas y de la Organización que cambia día a día.
Si alguien —aunque sea su jefe— tiene el atrevimiento de sugerirle algo distinto a lo planeado, se sentirá inseguro y tenderá a protegerse en la rigidez que le proporcionan los muros de “lo ya aprobado”. Pensará que, si no respeta lo acordado previamente, su puesto no tiene sentido. (Como congeladora mental sin permitir ajustes o cambios).
Y, seguramente, sobrarán ocasiones en que el administrador se molestará con los demás por no respetar lo que él considera “inamovible”, y el nivel de resultados nunca lo impulsará.
⟶ Su gente se volverá mecánica, monótona, “cosa”, y los resultados no crecerán más allá de los planeado.
Un Coach, entenderá la expresión “transportar personas” como caminar junto con las personas para desarrollar como equipo a la organización.
Antes que nada, aceptaría que su principal responsabilidad son sus colaboradores, y que los resultados se darán por encima de lo esperado si logra que la organización, él y su gente trabajen como un equipo, en donde todos y cada uno tengan mucho que aportar.
⟶ En este caso los resultados siempre serán mayores a lo esperado. Nos sorprenderán; porque la organización como tal y todos y cada uno del equipo estarán colaborando conscientemente y en forma motivada para lograrlos y superarlos.
Ser un líder Coach, significa pensar y actuar institucionalmente, junto con los colaboradores.
Sin embargo:
Ser Coach, hoy en día no es fácil porque son pocos los que así quieren actuar y por lo tanto los ambientes organizacionales no ayudan, por sí mismos, a comportarse de esta manera.
Para actuar como Coach, no basta querer hacerlo, sino se requiere un apoyo organizacional paralelo que proporcione las condiciones de posibilidad para que esto se dé.
Qué hacer:
En mi trabajo con diferentes organizaciones he logrado que los jefes chapados a la antigua, los líderes que siempre logran lo que ellos se proponen y los administradores eficientes adopten el comportamiento de Coach porque he trabajado paralelamente con la Alta Dirección de cada una de dichas organizaciones para lograr los cambios necesarios organizacionales que aseguren la posibilidad del manejo de este estilo.
Resultados sorprendentes. Para muestra basta un botón:
Un día Banamex sacó un nuevo producto e hizo una competencia entre todas las sucursales del país para premiar al que obtuviera mayores resultados en un tiempo determinado. ¿Quién ganó? ¿Alguien de la Ciudad de México, de Monterrey, de Guadalajara…? No. Ganó la sucursal de Puruándiro, Michoacán. (Cerca del lago de Quitzeo). El gerente era un ingeniero que planeó junto con todo su personal cómo diseñar y realizar la campaña. Me consta. Resultados que sorprendieron a todos. Hechos irrefutables que avalan el estilo de Coach y que animan para que continúen con él.
¿Planeas crear un negocio? ¿Ya trabajas en una institución? Tienes para escoger uno de los cuatro estilos: jefe chapado a la antigua, líder que siempre logra lo que se propone, administrador eficiente o Coach. Y ya sabes los resultados que lograrás con cada uno.
¿Quieres lograr los mejores resultados? ¿Quieres comportarte como Coach?
Lograrlo es tu decisión.
“Tú eliges tu destino, Universidad Ítaca te guía en el camino”
