por Administrador / martes 22 de septiembre del 2020
¿Te ha pasado que algunos objetivos que te propusiste los cumpliste y otros nunca los lograste? ¿Conoces la razón de por qué hay personas o negocios exitosos mientras que otros se quedan estancados y no logran avanzar? Seguro se debe a múltiples factores que nos dificultan el avance exitoso, pero sin duda uno de los que tiene mayor relevancia es el desconocer o no saber manejar las estrategias eficaces para ello. En Universidad Ítaca te sugerimos estas estrategias que consideramos eficaces:
Definamos estrategia como: Serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado.
Primera acción: asegurarnos que el objetivo es factible y que estamos lo suficientemente motivados como para lograrlo. Porque sin estas dos condiciones satisfechas, lo demás no tiene sentido buscarlo.
Antes de continuar, una pregunta: ¿crees que puedes lograr el objetivo o crees que no puedes lograrlo? Si tu respuesta es que sí crees que puedes lograrlo, sigamos adelante. Si respondieras que crees –por alguna razón- que no puedes lograrlo, aquí termina el camino. No hay cómo continuar. ¿Por qué? Porque si crees que no puedes lograrlo tu mente se cerrará y no buscará realmente estrategias eficaces para lograrlo. Las personas que no encuentran el “cómo” lograr algo, es que en el fondo no creen que lo pueden lograr y entonces su cerebro tira la toalla y se da a la flojera porque considera inútil cualquier esfuerzo.
Continuemos en el entendido que se dan los siguientes supuestos: el objetivo es factible, tú estás suficientemente motivado y sí crees realmente que puedes lograr el objetivo.
Ahora toca tomar un lápiz y un papel. Define dónde estás y define a dónde quieres llegar, cuál es el objetivo que quieres lograr. Ejemplo, estoy iniciando una carrera de abogado y quiero pertenecer como abogado a un despacho internacional.
Como segunda acción vamos a hacer lo siguiente: enumera –en una columna- con lo que cuentas ahora y –en otra columna- con lo que debes de contar para poder pertenecer a un despacho internacional, y comparando ambas columnas subraya lo que te hace falta para formar parte de tu objetivo. Por ejemplo, te puede hacer falta dominar el inglés, terminar tu carrera, conocer el medio en que te vas a mover, relaciones sociales, etc.
Con esa lista de requerimientos que te hacen falta, ya tienes material suficiente como para ponerte a pensar por dónde empezar y luego el cómo ir logrando cada uno de dichos requerimientos. Ejemplos, si decides en primer lugar dominar el inglés, habrá que buscar el método más eficaz y comenzar de inmediato; si te falta conocer el medio de los abogados, busca en qué despacho pedirás trabajo como pasante durante tus estudios -pero no para encontrar el mejor salario-, sino para introducirte en el que te acercará más a los despachos a nivel internacional. (No hay que perder el objetivo a lograr al tomar las decisiones) Y así, en cada punto a lograr ve de qué manera puedes acercarte más al objetivo de pertenecer a un despacho de abogados a nivel internacional.
Mide tus avances y tus tiempos invertidos. Como los contadores hacen cortes de caja, así tú haz cortes de avances y tiempos invertidos para que estos se ajusten a tu plan.
Rodeate de asesores abogados que se muevan en el medio internacional.
Y de tiempo en tiempo ve evaluando y corrigiendo si fuere necesario lo realizado vs. tu plan.
Con lo visto hasta aquí, ya podemos responder por qué a veces no cumplimos con nuestros objetivos:
• por no ser factibles,
• por no estar suficientemente motivados,
• por creer que no podemos lograrlos,
• porque no hemos definido dónde estamos –cuál es nuestra realidad- y a dónde queremos llegar –cuál es nuestro objetivo a lograr-,
• porque no hemos hecho la lista de todo aquello con lo que contamos ahora y todo lo que debemos de tener como nuestro para poder entrar a formar parte de nuestro objetivo a lograr,
• porque no hemos comenzado a emparejar esas dos listas para que contemos con todos los requisitos que nos exige nuestro objetivo,
• porque no medimos avances y retrocesos,
• porque no nos hemos armado de un grupo de asesores que sí sepan qué aconsejarnos,
• porque no vamos haciendo correcciones al plan según se vayan dando las cosas.
Son muchos los requisitos, sí. Se requiere constancia, sí. Se requiere inteligencia, sí. Se requiere esfuerzo, sí. Pero, si tú ya estás estudiando una licenciatura, una maestría, seguramente cuentas con estas condiciones a cubrir.
Universidad Ítaca sabe que sus alumnos son exitosos porque aprenden a ejercitar estrategias exitosas. ¡Únete al grupo!